Después de freír es normal que nos venga la duda a la cabeza de qué hacer con el aceite usado sobrante. Alguna vez se nos ha pasado por la cabeza tirarlo por el desagüe, pero por poco que sea, el aceite puede contaminar mucho: ¡hasta mil litros de agua por cada litro! Tampoco es buena idea tirarlo a la basura por muy orgánico que sea. El aceite, aunque se tire empapando una servilleta o miga de pan, acaba chorreando hasta el suelo en los vertederos. Esto se conoce como «lixiviados» y son muy perjudiciales para el medio ambiente porque acaban igualmente contaminando las aguas, aunque esta vez las de los acuíferos, de donde acabamos bebiendo.
Entonces, ¿qué soluciones tenemos? Te proponemos dos: una para los que no tenemos tiempo y otra para los más afortunados.
Qué hacer con el aceite usado si no tenemos tiempo de darle una segunda vida
Muy sencillo: reciclarlo. Vierte tu aceite usado una vez se haya enfriado y filtrado en una botella y tíralo en el contenedor de aceites más próximo. Existen puntos limpios fijos, móviles y contenedores especiales para desechar este residuo. Aquí te dejamos un enlace donde podrás ver dónde tirar tu aceite usado en Madrid.
Jabón casero con aceite usado
Hacer jabón casero es sencillo y solo necesitas tres ingredientes: aceite de cocina usado, sosa cáustica y agua. En concreto, por cada litro de aceite usado usaremos la misma cantidad de agua y 200 g de sosa. De esta manera conseguiremos un jabón perfecto para limpiar la ropa o los platos. Si lo queremos para lavarnos, también podemos conseguir un gel, champú o jabón de manos utilizando algo menos de sosa, unos 150 g por cada litro de agua y aceite usado de cocina. También podemos añadir colorantes o aromas naturales como lavanda, limón o aloe vera al gusto.
Antes de empezar es importante que tengas en cuenta que la sosa es un material corrosivo y en contacto con el agua generará unos vapores tóxicos y calor, puesto que se trata de una reacción exotérmica. Por esto te recomendamos que utilices gafas, un palo largo de madera para remover y que abras bien las ventanas de casa. Además, utiliza un barreño para la mezcla que no sea de aluminio, pues la sosa ataca a este material.
Vierte el agua en el barreño y añade la sosa despacito. Remueve hasta que esté totalmente disuelta y deja reposar hasta que la disolución vuelva a temperatura ambiente. Después agrega el aceite poco a poco y remueve sin parar para que no queden grumos. También puedes ayudarte con una batidora si lo ves preciso. Añade colorantes o aromatizantes al gusto y vierte la mezcla en moldes. Un par de días después puedes desmoldar y cortar en trozos más pequeños, pero no será hasta un mes después que la sosa haya perdido sus propiedades corrosivas así que tienes que esperar al menos este tiempo para utilizarlos.
Detergente líquido casero con aceite de cocina usado
Si te animas, puedes utilizar este mismo jabón para hacer detergente líquido para la ropa. Cunde muchísimo y deja la ropa perfectamente limpia. Con 100 g de jabón sólido puedes conseguir 2 litros de jabón líquido, aunque recomendamos hacer más cantidad y guardar. Por ejemplo, ralla medio kilo de jabón en un barreño y bate con dos litros de agua hasta que no queden grumos. Deja reposar hasta que toda la espuma baje y añade ocho litros más. Así tendrás más de diez litros de detergente a partir de tan solo medio kilo de jabón.