El límite actual de los biocarburantes procedentes de cultivos se mantiene en el 7%. Los biocombustibles avanzados incrementan su porcentaje y se elimina el factor multiplicador de los biocombustibles de residuos. Son algunas de las medidas que ha presentado la Comisión Europea para cumplir con el compromiso de reducir en un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 en comparación con las de 1990.
El objetivo para los biocarburantes avanzados es que supongan al menos el 0’2% en 2022, el 0’5% en 2025 y el 2’2% en 2030. En el caso de los RFNBO, combustibles renovables de origen no biológico, el objetivo asciende hasta el 2’6% en 2030. Sin embargo, el porcentaje reservado a los mal llamados biocombustibles de primera generación -los procedentes de cultivos agrícolas como la palma, la soja, la colza o la caña de azúcar– no se ha reducido. El apoyo a los aceites procedentes de la palma tiene como fecha límite el año 2030 y se esperaba que pudiera adelantarse, del mismo modo que lo han hecho ya algunos Estados miembros.
Las entidades intrgrantes de la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles reiteran su defensa de los ecocombustibles como fuente energética complementaria, sostenible y neutra en emisiones, como una solución de fácil e inmediata aplicación que ofrece una reducción igualmente inmediata de las emisiones en el transporte y una alternativa eficaz en los casos de difícil electrificación, de una manera coste-eficiente para el conjunto de la sociedad, por la accesibilidad de estas tecnologías, la compatibilidad con los medios de transporte actuales y la capacidad y capilaridad de la red ya existente de infraestructuras, servicios y profesionales asociados, sin necesidad de nuevas instalaciones.
En esta línea, la iniciativa relativa a los combustibles de aviación sostenibles (ReFuelEU) «obligará a los proveedores de combustible a incorporar niveles cada vez mayores de combustibles de aviación sostenibles en el carburante para aeronaves en los aeropuertos de la UE, incluidos los combustibles sintéticos con bajas emisiones de carbono», según la CE. «Análogamente, la iniciativa relativa a los combustibles del transporte marítimo (FuelEU) estimulará la adopción de combustibles marítimos sostenibles y tecnologías de cero emisiones mediante el establecimiento de un límite máximo para el contenido de gases de efecto invernadero en la energía utilizada por los buques que hagan escala en puertos europeos”.