¿Qué es el HVO y por qué podría ser el combustible del futuro?

Fuente: Pixabay

El aceite vegetal hidrotratado (Hydrotreated Vegetable Oil en inglés, de donde se obtienen las siglas HVO) es el diésel renovable cuya materia prima es el aceite de cocina usado y que se obtiene mediante un tratamiento con hidrógeno como catalizador. El resultado de esto es un biocombustible de origen renovable que puede contaminar hasta un 90% menos que el diésel fósil tradicional: menos gases de efecto invernadero y partículas.

En España ya se utiliza el aceite vegetal hidrotratado para generar biodiésel, pero en su mayor parte procede de aceites de soja, colza o girasol y siempre mezclado con diésel fósil. El reto es conseguir un biocombustible en estado puro (HVO100) procedente únicamente de fuentes renovables como el aceite de cocina usado. El aceite de cocina usado se obtiene actualmente del sector HORECA (hostelería, restaurantes y cafeterías) casi en su totalidad. También, aunque en menor medida, se recoge de los puntos limpios fijos o móviles.

Pero lo que para nosotros aún es un reto, para otros países ya es una realidad. La petrolera finlandesa Neste ofrece HVO100 en 70 estaciones de servicio de Finlandia, así como en Riga, Tallín y Vilna, las capitales bálticas. La empresa de transporte público CARRIS junto con PRIO, operador líder de combustibles y biocombustibles avanzados en Portugal, también utiliza combustible 100% procedente de aceites de cocina usados para abastecer algunos de sus autobuses en Lisboa.

Hace apenas unos meses Ford probó hidrobiodiésel en el motor EcoBlue 2.0 de sus furgonetas Transit y concluyeron que que no serían necesarios desarrollos adicionales antes de que pueda empezarse a usar en estos vehículos. La misma conclusión sacaron los científicos del grupo PSA (Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall) tras testar este combustible en motores diésel Euro 5 y Euro 6.

Entonces, ¿por qué no se produce a mayor escala? Como siempre, la respuesta es sencilla: su elevado coste. Actualmente el factor limitante es el precio, ya que las plantas de producción de combustibles no están preparadas para generar biocombustibles y deben hacer grandes inversiones para poder producirlo: convertirse en biorrefinerías.