3 medidas para hacer del transporte aéreo uno más sostenible

El sector de la aviación supone un 3% de los gases de efecto invernadero de la Unión Europea. Pero existen ejemplos mucho más dramáticos. El tráfico aéreo internacional con destino las Canarias contamina con 6’4 toneladas de gases de efecto invernadero al año, lo que supone el 31% de las emisiones de este sector en España y un 50% en las Islas.

Urge encontrar e implementar medidas que ayuden a reducir el impacto del sector de la aviación en la calidad de nuestro aire y en el medioambiente. ¿Existen ya formas de hacer del transporte aéreo uno más sostenible?

Fuente: Pixabay

Utilizar bioqueroseno a partir de aceite de cocina usado

Es solo una de las formas para hacer de la aviación un sector más sostenible; sin embargo, es la medida más realista y alcanzable a corto plazo. El aceite de cocina puede reciclarse y dejar de ser un residuo para convertirse en materia prima de biocombustibles de segunda generación. Estos biocombustibles se consideran de emisiones neutras de carbono y ya se están utilizando en el sector automovilístico con buenos resultados.

En el sector de la aviación ya empieza a ser también una realidad. Algunos gobiernos como el francés o el noruego ya tienen en sus planes poner un porcentaje mínimo de bioqueroseno en las mezclas que impulsen los vuelos comerciales.

Renovar la flota por aviones más eficientes

Si bien en el sector automovilístico el motor eléctrico le está ganando terreno poco a poco al de combustión, parece que no podremos ver este cambio en los motores de los aviones. La razón: el elevado peso y la baja eficiencia. Es por esto que el futuro de la aviación sostenible se basa en otros pilares: motores más grandes y eficientes propulsados con bioqueroseno y aviones más aerodinámicos.

El MAVERIC (Model Aircraft for Validation and Experimentation of Robust Innovative Controls) de Airbus es un ejemplo de los diseños en los que se está trabajando. Las alas y el fuselaje del avión forman una sola parte. De esta manera, la superficie aumenta, y con ella la sustentación. Por otro lado, con este diseño se reduce la resistencia al aire (drag). Por estos motivos, se calcula que se podría reducir el consumo de combustible en un 20%.

Airbus MAVERIC. Fuente: Airbus

Implantación del cielo único europeo

El cielo único europeo (CUE) es una iniciativa del Parlamento Europeo que se puso en marcha en 1999 con el fin de mejorar el funcionamiento de la gestión del tránsito aéreo (GTA) y los servicios de navegación aérea (SNA) mediante una mejor integración del espacio aéreo europeo. Desde 2004, cuando se publicaron las primeras normas, y hasta 3035, cuando se prevé que el marco normativo global se complete, se calcula que la capacidad del espacio aéreo se haya podido multiplicar por tres, la seguridad por diez, que el coste de la GTA se reduzca a la mitad y el impacto de la aviación en el medio ambiente un 10%.

Esta reducción del 10% es significativa cuando hablamos de uno de los espacios aéreos más congestionados del mundo: el europeo. El sector de la aviación supone un 3% de los gases de efecto invernadero de la Unión Europea y se reduciría al dividir el espacio aéreo en «bloques funcionales» en lugar de mediante fronteras nacionales, que obligan a los aviones a moverse en zigzag por los distintos países que deban atravesar en lugar de seguir una línea recta.